Cuando hablamos de cirugía estética facial, muchas personas piensan únicamente en el resultado final: una nariz más armónica, un rostro más definido o un contorno más juvenil. Pero lo que pocas veces se menciona —y que yo veo a diario en consulta— es lo importante que es el proceso de recuperación.
Soy Sai, fisioterapeuta especializada en salud facial, y si te has sometido (o estás pensando en someterte) a una cirugía como una rinoplastia, bichectomía o lifting, quiero contarte algo clave: la fisioterapia facial puede marcar la diferencia entre una recuperación lenta y una que sea rápida, cómoda y eficaz.
¿Por qué es tan importante la fisioterapia postoperatoria?
Después de una cirugía, el cuerpo necesita adaptarse. Aunque el procedimiento esté bien hecho, los tejidos se inflaman, se generan edemas, puede haber fibrosis o incluso rigidez muscular. Todo esto no solo ralentiza el proceso de cicatrización, sino que puede afectar el resultado estético final.
Y aquí entra la fisioterapia facial: un conjunto de técnicas diseñadas para favorecer la circulación, mejorar el drenaje linfático, reducir la inflamación y ayudar a los tejidos a reorganizarse de forma armónica. Es decir, ayuda a que tu cara se recupere mejor… y se vea mejor.
Cirugías en las que más se recomienda
En mi consulta en Sant Cugat veo muchos casos, pero algunos de los más habituales son:
- Rinoplastias: la nariz queda inflamada durante semanas. Con drenaje linfático y técnicas de masaje suave, la desinflamación es mucho más rápida.
- Bichectomía: es frecuente la aparición de asimetrías por la fibrosis interna. Aquí trabajamos la elasticidad del tejido y la simetría del gesto facial.
- Lifting facial o cervicofacial: requieren un abordaje cuidadoso para ayudar a la piel a asentarse, liberar adherencias y recuperar la naturalidad del movimiento.
- Blefaroplastia (párpados): la zona es delicada, pero también muy agradecida cuando se trabaja con cuidado el drenaje.
¿Qué técnicas utilizo en consulta?
Cada persona es un mundo. Pero en general, mi enfoque es suave, progresivo y 100 % adaptado a cómo responde tu rostro. Algunas de las herramientas más efectivas son:
- Drenaje linfático manual facial: fundamental para eliminar líquidos retenidos, mejorar la circulación y bajar la inflamación.
- Masaje transbucal (intraoral): si hay tensión en la musculatura profunda, lo abordamos desde dentro de la boca, de forma muy respetuosa.
- Trabajo miofascial y liberación de adherencias: si la piel o el tejido cicatricial está muy “pegado”, lo ayudamos a ganar movilidad de forma indolora.
- Movilización suave del tejido: para que los gestos faciales recuperen su fluidez natural, sin rigidez ni tirantez.
¿Cuándo empezar con la fisioterapia?
La pregunta del millón. Lo ideal es iniciar el acompañamiento una vez que el cirujano te dé el visto bueno, y siempre adaptándonos a cómo estás. En general:
- En procedimientos como rinoplastia o bichectomía, puedes empezar a los 5-7 días con drenaje muy suave.
- En lifting o blefaroplastia, conviene esperar a que hayan retirado puntos o que la piel esté menos sensible, normalmente a partir de los 10-15 días.
Pero no hay una fecha universal. Siempre valoro tu caso y tu evolución real, no el calendario.
¿Cuántas sesiones hacen falta?
Depende mucho del tipo de cirugía, cómo responde tu cuerpo y tus objetivos. Hay personas que con 3-4 sesiones notan un cambio brutal. Otras, sobre todo si hay más inflamación o tendencia a fibrosis, necesitan un seguimiento más largo.
Lo importante es que el tratamiento sea personalizado y que sientas que te estás cuidando de verdad. No hay prisas, pero sí constancia.
¿Por qué acompañarte en este proceso?
Porque he visto cómo cambia la experiencia postoperatoria cuando una persona se siente acompañada. No solo desde lo físico, sino desde la escucha, el respeto por los ritmos y la conciencia corporal.
No se trata solo de “bajar la inflamación”, sino de ayudarte a reconectar con tu rostro, recuperar tu expresión natural y vivir tu proceso de forma amable.
En resumen
Si has pasado por una cirugía estética facial, la fisioterapia especializada puede ayudarte a:
- Reducir la inflamación más rápido
- Prevenir fibrosis o tensiones no deseadas
- Mejorar tu expresión facial
- Acelerar tu recuperación
- Sentirte acompañada desde el cuidado
Recuerda: cada rostro es único. Y tu proceso de recuperación también. Si estás en ese punto, me encantará acompañarte.
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Soy Sai, y si sientes que tu cara necesita ese cuidado extra tras una intervención, estoy aquí para ayudarte desde la fisioterapia facial consciente, cercana y eficaz.