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¿Cómo estáis?
Hoy quería compartir con vosotros unos de los últimos casos que he tenido en consulta y no demasiado frecuentes: PARÁLISIS FACIAL PERIFÉRICA
La parálisis facial se conoce por perder la fuerza y la movilidad de una parte de la cara, es decir la acción voluntaria de los músculos faciales.
Hay dos tipos: la parálisis facial central, ocurre cuando la causa de la parálisis está en el cerebro o sistema nervioso central. Es necesario el tratamiento médico.
La fisioterapia maxilofacial, sin embargo, puede ayudar en las parálisis faciales periféricas, ya que la causa o el daño se encuentra en el nervio facial que es el encargado de mover los músculos faciales, estimular las glándulas salivales y lagrimales, recoge la sensibilidad y el gusto de parte de la lengua y controla musculatura que participa en la audición.
Muchas veces la causa de la parálisis facial o parálisis de signo de Bell es idiopática, aunque últimos estudios relacionan la parálisis facial con la causa vírica o herpes simple.
Puede causar una inflamación en el nervio facial y en consecuencia puede ocurrir una parálisis.
El signo de Bell ocurre cuando intentamos cerrar los ojos y el ojo afectado por la parálisis no puede hacer el cierre del párpado y el globo ocular se va hacia arriba
Generalmente, las parálisis faciales periféricas son benignas y se recuperan en un plazo de semanas o meses, dependiendo siempre de la persona y grado de afectación del nervio.
Los síntomas principales son los siguientes:
– Dolor en la zona de la oreja (hueso temporal)
– Dolor o sensación de rampas en la zona mandibular
– Un lado de la cara pierde la expresión
– Imposibilidad de levantar la ceja
– Caída del párpado e incapacidad de cerrar bien el ojo
– Alteración del lagrimeo
– Sensación de entumecimiento en la cara
– Labio inexpresivo o caído
– Alteración de la saliva
– Alteración del gusto
– Alteración del oído
Además, es importante comentar que las personas que sufren parálisis facial pueden pasar por un momento muy alarmante y tener sufrir estrés y ansiedad, ya que la cara se ve completamente afectada y es uno de los mayores signos de identidad de una persona.
Es fundamental el diagnóstico médico para estar seguros de que estamos tratando ante una parálisis de Bell y que no hay más causas asociadas como tumores, por ejemplo. A partir de ahí, la fisioterapia maxilofacial puede ayudar en la recuperación del nervio facial, combinando terapia manual sobre el cráneo que ayude a movilizar los huesos, reestructurar el equilibrio de las fascias craneales, faciales y torácicas, disminuir el dolor y sobre todo, trabajar con terapia activa mediante ejercicios que ayuden a estimular la musculatura (ojo, boca, labios, nariz) y mandarle estímulos al nervio facial para intentar que su proceso de recuperación sea lo más temprana posible.
Saioa Lucas Alberdi fisioterapeuta especializada en fisioterapia maxilofacial y del aparato locomotor en Sant Cugat. Tratamientos y visitas en clínica y a domicilio.
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