BIenvenid@s otra vez!

Hoy quiero compartir una de mis herramientas favoritas para trabajar la columna vertebral.

El Método Pilates tiene una gran influencia en la salud de la columna vertebral.

Se trabaja a través de ejercicios la alineación, la movilidad y la estabilidad de la misma, ayudando a reducir desequilibrios musculares y generando fuerza en la musculatura profunda que es la encargada de dar estabilidad a la columna.

El Pilates se ha popularizado en todo el mundo gracias a sus beneficios para el cuerpo y la mente. Desde su creación por Joseph Pilates, ha demostrado ser una herramienta eficiente para mejorar la postura, la fuerza muscular, la flexibilidad y el equilibrio. Es realmente beneficioso para personas con patología musculoesquelética como pueden ser hernias discales, pérdida de alineación de las curvas de la columna, estenosis, radiculopatías, ciática, dolor muscular, corregir posturas..

Los ejercicios se centran en retar al cuerpo en diferentes situaciones donde es necesario aprender a controlar el movimiento. Se pueden realizar ejercicios más simples que ayudan a aprender cómo moverse, hasta ejercicios más complicados donde se trabaja la integración del movimiento por lo que hay implicadas varias articulaciones del cuerpo lo que implica un aprendizaje, control y capacidad superior.

A medida que vamos aumentando la fuerza, elasticidad, movilidad y capacidad de alineación de la columna, vamos disminuyendo desequilibrios musculares y mejorando la posición y el rango de movimiento de las articulaciones por lo que tendremos una columna fuerte, móvil y capaz de adaptarse a las cargas que soporta.

En mi experiencia como fisioterapeuta, he observado cómo el Método Pilates puede beneficiar a las personas de todas las edades y niveles de fitness, tanto como a las que tienen dolor y a las que no.

Ya sea que estés buscando mejorar tu postura, reducir el dolor de espalda o simplemente aumentar tu flexibilidad y fuerza, el Método Pilates puede ser una excelente opción.