Muchas veces se habla de cuál es la postura correcta, cuál es una mala postura… lo cierto es que no hay buenas o malas posturas, sino posturas mantenidas en el tiempo que pueden crear desequilibrios en nuestra musculatura y compensaciones que derivan en dolor,
articulaciones con poca movilidad, rigidez…

Uno de los casos más comunes son las largas jornadas laborales sentadxs y delante de un ordenador. La clínica es variada: dolor de trapecios, dolor en columna torácica y columna cervical, dolores de cabeza, tensionales, sensación de rigidez, sensación de sentirse encorvadx…

Generalmente, encontramos que la zona del pecho (pectorales) está cerrada, la columna torácica flexionada (como si tuviéramos una joroba) y la cabeza anteriorizada.

En este patrón, la musculatura posterior se encuentra aguantando nuestro peso y el esfuerzo que requiere suele ser mayor del que puede soportar y en consecuencia provocar los síntomas previamente comentados.

Teniendo en cuenta que la columna torácica es la parte de la columna que menos movilidad tienes y que la organización de la cabeza, el cuello y los hombros es una de las más complicadas de trabajar, es muy típico tener dolor en esta zona comentada.

Son aconsejables descansos cortitos cada hora y realizar un par de ejercicios sencillos de movilidad y adaptados para poder hacerlos en la oficina, tener las pantallas de frente y a la altura de los ojos, beber mucha agua y tener una pequeña rutina (puedes empezar con 10´ al día) de movilidad de la zona para hacer en casa y combatir la postura mantenida.

Siempre bajo la supervisión de una profesional de la salud, del ejercicio o del movimiento: fisios, instructores de pilates, osteópatas, preparador@s físicos, etc.

¡No dudes en escribirme si te sientes identificad@ y quieres ayuda!
Con cariño