La articulación temporomandibular (ATM) está formada por el cóndilo del hueso mandibular y el hueso temporal. Entre ambos huesos, se encuentra una estructura llamada disco articular algo parecido al menisco de la rodilla:

El disco articular se encarga de suavizar, amortiguar, evitar la fricción de ambos huesos y mejorar el movimiento mandibular: apertura y cierre de la boca, movimientos laterales de la mandíbula, etc. ayudando a controlar el desgaste de la articulación.

Los sonidos (clics, sensación de pisar arena o nieve…) son debidos a que el disco
articular puede moverse de su sitio, descentrarse y en consecuencia alterar la biomecánica de la ATM. El sonido se produce cuando el cóndilo mandibular se desplaza para abrir la boca (por ejemplo), choca contra el disco y a pesar de ello tiene capacidad para seguir su movimiento haciendo que el disco recupere buena posición.

Es imprescindible la buena mecánica del disco articular, ya que si no se puede ver limitada/bloqueada la apertura/cierre de la boca, crear desequilibrios que afecten a nuestro sistema cráneocervical, dolor de cabeza, dolor en mandíbulas, desgaste de la articulación…

El tratamiento dependerá del grado de luxación del disco articular: los casos más leves se pueden recolocar manualmente con fisioterapia y recuperar la buena congruencia de la articulación.

En casos de severa luxación puede haber necesidad de intervención quirúrgica.

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Con cariño,